Cuando el DF Privatice el Agua

Cuando el DF privatice el agua

Diario de un Reportero

Ramsés Ancira

La mandíbula del jefe de personal de la empresa pública encargada de potabilizar, suministrar y drenar el agua en la Ciudad de México parecía haber cobrado vida propia moviéndose incontrolable.

Eran los últimos días de septiembre de 2013. Los trabajadores que realizan las tareas más peligrosas y sucias para el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, esos que cobran en efectivo por destapar coladeras, trabajar en el viaducto con el agua cubriéndoles el cuerpo por encima de las rodillas y debajo de tormentas de las que ellos no se pueden guarecer, no habían recibido el sobre con los exiguos billetes que constituyen su salario, muy por debajo delos 180 mil pesos mensuales que reciben los funcionarios mejor pagados en el gobierno capitalino, o los 50 mil que se adjudican a los aviadores que pululan en casi todas las dependencias del gobierno de la Ciudad. y de las que la televisora Capital XXI representó un ejemplo paradigmático en la administración pasada

El dinero no había llegado. Argumentó el jefe de personal que la carencia de liquidez para pagar la nómina se debía a que había tenido que cubrirse una prestación acordada por Miguel Ángel Mancera con Joel Ayala, líder de la burocracia federal.

No le compraron el argumento. La nómina está aprobada desde el inicio de año por la Asamblea Legislativa y las prestaciones no están en esa misma bolsa.

Si el dinero no había llegado, le dijeron los trabajadores, es porque las empresas privadas a las que Marcelo Ebrard les concesionó el cobro del agua no estaban haciendo bien su trabajo.

El plantón continuaba a las puertas de la calle de Izazaga. El problema ya se iba a resolver. Acordaron (les informó uno de los funcionarios encargados de las finanzas)  suspender el pago a Conagua de los bloques de líquido que surten al Distrito Federal. Todos estaban de acuerdo, los trabajadores son primero, así que en menos de 72 horas....

Una sola cosa dejó Vicente Fox como lección ciudadana antes de pervertirse en la presidencia por los consejos de Martha Sahagun, aconsejada por Carlos Salinas de Gortari: evitar que las cosas se fueran a la congeladora. Hoy... Hoy... Hoy coreaban los trabajadores sindicalizados, sin misericordia por esa mandíbula que amenazaba salirse definitivamente de su lugar.

Hubo que movilizar las camionetas de valores, quien sabe si hacer trabajar horas extras a los empleados de las empresas transnacionales a los que Ebrard les concesionó el cobro del agua, pero esa tarde los trabajadores recibieron su jornal.

13 años atrás

Trece años antes acompañé a Marcelo Ebrard a una gira por el Distrito Federal a la que había convocado por el Partido del  Movimiento del Centro Democrático. Ningún otro reportero había sido comisionado a cubrir esta orden, quizá la mayoría de los medios todavía tenía demasiado miedo de que Carlos Salinas se fuera a molestar. CNI-Canal 40 no temía a esas presiones.

Acudimos a las oficinas de la Tesorería en San Borja, delegación Benito Juárez. Creo que ya habían cerrado.

¿Como es posible -me dijo Marcelo- que pagar represente un suplicio para los Contribuyentes? 

Para recibir el dinero no debería haber horarios ni fecha en el calendario. Deberían establecerse convenios con centros comerciales para que se recibieran los pagos.

Simpaticé mucho con Marcelo Ebrard. Es apenas dos meses mayor que yo, aunque me supera por unos 15 centímetros. Aún creo que el ex-secretario de gobierno de Manuel Camacho Sólís acertó con esa alianza con la iniciativa privada. Hoy, licencias de manejo, las multas a los corsarios que recogen autos sin ton ni son en la Ciudad de México;  y el agua, pueden pagarse en tiendas departamentales.

Pero quizá se le haya pasado la mano en la confianza privatizadora. La zona de basureros y minas de Santa Fe no recuperó su vocación natural de recuperación de aguas pluviales. Las cañadas y lechos de ríos que hoy, con estas lluvias extraordinarias podrían servir para rellenar los mantos acuíferos son objeto de violación de leyes federales para que empresas transnacionales, con las que el ex-jefe de gobierno tiene muy buenas relaciones construyan violando todas las normas.

La Ciudad de México, asentada sobre un lago, cada vez tiene más problemas artificialmente creados para captar y distribuir el agua. Muy pronto las autoridades tratarán de convencernos de que la privatización es la única solución posible para ser eficientes. Por un lado le permite a ciertas inmobiliarias edificar en cañadas y sobre minas, por otro, les allana el camino para que se hagan cargo de servicios que aún son públicos

Por supuesto no será gratuito. La televisión nos ha convencido que el modelo de corrupción de la izquierda está representado por René Bejarano contando billetes y usando ligas para hacerlos fajos.

Gente cercana  me han descrito a Bejarano como un joven padrino, recibiendo a docenas de ciudadanos al día en su casa ubicada en la zona más modesta de la Delegación Benito Juárez, consiguiéndoles una zona para vender o  el permiso para un negocio informal. Esto no es lo peor, la corrupción en la Ciudad de México, la verdadera corrupción se da dentro de recintos públicos y con funcionarios que cobran sus salarios del erario público, pero pensando en su futuro como miembros de los consejos de administración de las empresas a las que les cedan soberanía económica

Regreso al presente

Ramón Aguirre, el funcionario al frente de la empresa encargada de todo lo relativo al agua en el Distrito Federal se ha aflojado el nudo de la corbata esa tarde de finales de septiembre de 2013. Está reunido con los trajeados miembros de su equipo de trabajo. La mandíbula del jefe de personal ya no tiembla.

No es el Ramón Aguirre que fungía como regente en 1985. Sus facciones no están hinchadas por el alcoholismo que afectaba al ministro de Miguel de la Madrid, oriundo de Torres Mochas, Guanajuato

El experimento, intencional o casual ha resultado fallido. ¿Qué cuentas rendirán a las empresas transnacionales que pujan y pujan para obtener más ganancias con el suministro de recursos naturales a los mexicanos?

Gran parte de la Ciudad de México  ya se ha perforado para que empresas que no son mexicanas desplacen a las que sí lo son con el suministro de gas natural.

Este día ha pasado ya la crisis, pero una pregunta rezumba aún en sus tímpanos aunque hace rato se hizo el silencio. Si la Ciudad está como está por maestros foráneos de Oaxaca, Michoacán y Guerrero; si el retraso en el pago a los trabajadores analfabetas del Sistema de Aguas, de  los que menos saben organizarse, ha provocado este lío ¿qué pasará cuando los indómitos chilangos se enteren de que se  privatiza el agua en el Distrito Federal?